jueves, 1 de noviembre de 2012

ENFERMEDADES MAS COMUNES EN ANIMALES DOMESTICOS

Algunas de las enfermedades más
comunes de los animales
domésticos
Se enumeran, a continuación, las enfermedades que tienen'
más importancia, ya sea por el peligro para la salud humana o
por los perjuicios económicos que causan, en los animales
domésticos.
AI final figuran algunas indicaciones sobre la forma de dar
los medicamentos a las distintas clases de animales.
Enfermedades comunes a varias clases de
animales
FIEBRE AFTOSA. — Esta enfermedad es muy común en*
algunos años.
En nuestro país ataca casi siempre a los vacunos, pero en al-
gunos años también ataca mucho a las ovejas y cerdos.
En los vacunos ia enfermedad se conoce al principio porque
los animales tienen mucha baba en la boca y no comen o comen
poco en el campo. Después aparecen manqueras y rengueras.
Examinando la boca al principio se notan ampollas en la len-
gua y en el interior de los labios,'que se rompen, dejando en su
lugar una "llaga". Estas ampollas o llagas se ven también en las
manos o patas, sobre todo entre las /los pezuñas.
Los lanares sufren más de las pezuñas que de la boca, por
eso es más difícil conocer la enfermedad.
Hay que examinar muchos lanares para encontrar algunos
con "llagas en la boca. Puede confundrise con la "manquera de
las ovejas"; pero se puede diferenciar porque la aftosa aparece
más de repente en la majada y ataca, a la vez muchos animales.
Además se ven las llagas en las pezuñas y a veces en la boca.
TRATAMIENTO. — Para el tratamiento de la aftosa, hay
que desconfiar siempre de los "específicos secretos". Lo mejor es
poner los animales en buenas condiciones: lugar seco, porque la
humedad del suelo favorece las manqueras; a los animales de pre
ció conviene ponerles cama, darles a comer pasto verde, mejor,
cortado, cuando están muy atacados de la boca.
Para apurar la curación de las llagas de la boca se les puede
lavar ésta con agua, vinagre y sal. Para curar las manqueras, lo
primero es ponerlos en un lugar seco, evitando la humedad y so-
bre todo el barro; para apurar la curación y evitar complicacio-
nes, se pueden bañar las patas, hasta arriba de las pezuñas, con
una solución de sulfato de cobre. (Sulfato de cobre 50 gramos;
agua un litro).
CARBUNCLO COMÚN — ENFERMEDAD DE LA PAJARILLA
Esta enfermedad es muy común en nuestro país. Ataca más
a menudo a los vacunos y lanares, pero también a los caballos y
cerdos. Ea general los vacunos y lanares se encuentran muertos
en eí campo sin haberse notado enfermos. Este es un dato muy
importante para pensar en el carbunclo. Los animales se hincha?)
mucho casi en seguida de muertos, sobre todo en verano, encon-
trándose con las cuatro patas duras y separadas; arrojan sangre
por el ano y espuma sanguinolenta por las narices. Si se abre un
animal muerto de carbunclo, sale sangre negra, que" no cuaja bien
la pajarilla está muy grande y blanda. Los caballos pueden tomar
el carbunclo en el campo, pero también son atacados de esa enfer-
medad cuando se Ses cargan cueros frescos de animales muertos
de carbunclo y por el uso de arreos rústicos hechos con cueros car-
bunclosos. En los caballos enfermos se suelen notar hinchazones
(edemas), que pinchándolas dejan salir un líquido amarillo o ro-
sado. Estas hinchazones se extienden hasta por debajo del vientre.
Los cerdos toman el carbunclo casi siempre comiendo osa-
mentas de animales carbunclosos; por eso toman el carbunclo en
la garganta, que se les hincha mucho y los obliga a andar con el
pescuezo extendido (garrotiilo). Los perros pueden tomar el car-
bando, pero muy raramente comiendo cadáveres carbunclosos.
El carbunclo se contagia al hombre, dando la enfermedad que
se conoce con el nombre de "Grano malo". Generalmente el hom-
bre toma el carbunclo "cuereando" los animales muertos de car-
bunclo. Es más peligroso cuando hace poco que ha muerto. El hom
bre puede tomar también el "carbunclo interno", que siempre es
mortal, cuando come carne carbunclosa que no está bien cocida o
cuando ha cuereado un animal carbuncloso y no se ha lavado bien
las manos.

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